Varias experiencias personales y espirituales en mi vida me han llevado a investigar, aprender y vivir diferentes aspectos de la felicidad y de su ausencia. Algunas de estas experiencias me desvelaron mi misión en esta vida: aprender los mecanismos sobre la felicidad para poderla enseñar y transmitir a los demás, para hacer que la Humanidad fuese feliz. Este es el espacio, junto a www.LuxVitae.com, donde compartiré contigo este saber acumulado. (Miguel Ángel Darshan)

Secreto número DOS: TU VERDADERO MAESTRO ERES TÚ

Diferenciar y entender el concepto de "Maestro", tanto en la figura de personas externas como en uno mismo, es crucial para saber navegar por los mares y océanos in tempestuosos de la evolución.


La palabra Maestro significa persona que enseña algo a alguien. Maestro es la persona que ejerce temporalmente el rol de transmitir una información a otras personas, y estos, a su vez, adquieren el rol de alumno (consciente o inconscientemente).

Enseñar, transmitir una información, en realidad, puede hacerlo cualquier persona, de hecho, en el día a día, todos ejercemos como maestros, y a su vez, todos ejercemos como alumnos.

Cotidianamente enseñamos, compartimos nuestro quehacer habitual, particular, profesional, educacional y espiritual con los demás. Eso sí, la transferencia de información de “quien enseña” a “quien aprende” lo hacemos en la mayoría de casos de forma espontánea, natural, sin darle mayor importancia.



Ejemplos, cuando indicamos a un niño que tenga cuidado con el exceso de velocidad con su bicicleta; cuando aconsejamos a un empleado; cuando la esposa indica al marido cómo cocinar tal o cual comida; cuando una niña enseña a su hermanita cómo se viste o cambia la ropita de una muñeca; cuando dos compañeros de trabajo comparten información y modus operandi al respecto de una actividad para satisfacer las exigencias del jefe; cuando un médico asesora sobre una receta a su enfermera; cuando… cuando… miles de veces a diario transmitimos información a otros desde una “posición de saber” hacia alguien “que no sabe” y que nos escucha y atiende “más o menos receptivamente”.

A nivel interno también tenemos un reflejo de este proceder maestro-alumno, ejemplos: cuando suena el despertador por la mañana y nos gustaría continuar durmiendo, pero una “vocecita” interna nos alienta para que salgamos de la cama para cumplir con nuestras tareas de la jornada; cuando alguien nos insulta porque nos hemos saltado un semáforo en ámbar o nos hemos descuidado una señal de tráfico, entonces esa “vocecita” nos dice que deberíamos actuar con respeto e ignorando su agresión verbal, instándonos a evitar el conflicto, y un largo etcétera…

Esa vocecita interna es nuestro Maestro Interior, en parte formado por nuestro Yo Superior y moldeado por los convencionalismos sociales y morales que hemos aprendido e interiorizado de la sociedad y mundo que nos vió nacer y en el que hemos crecido.



En ocasiones no atendemos al Maestro Interior ni al Maestro Exterior (esa persona que nos habla, aconseja, guía… con criterio o no, con buenos modos o no, consciente e inconscientemente…) y entonces se produce una situación de rebelión del Alumno sobre el Maestro Interior/Exterior… y eso tiene su repercusión en nuestra vida interna y se refleja en nuestra vida con los demás… Y está bien, forma parte del proceso, un proceso que nos ha de llevar a valorar la corrección o no, la idoneidad o no de nuestros criterios versus los criterios ajenos que a menudo observamos como impuestos y sentimos la necesidad e instinto primario de rechazar, como un intento de autodeterminación propias.

Cuando nos rebelamos ante la figura del maestro (interno y/o externo) estamos aprendiendo, o mejor dicho, tenemos la opción de aprender de lo que nuestras decisiones provoquen en el exterior… y vistas desde fuera, padeciendo y viviendo para bien o para mal sus resultados, podremos hacer una interiorización adecuada de los principios y reglas que rigen la vida exterior, y en consecuencia nuestra realidad interior.

Rebelarse ante la figura del maestro (interno y/o externo) es bueno, incluso necesario, aunque esto no significa rechazarlo todo como sistema, lo correcto es planteárselo todo como sistema, como forma de proceder sensatamente, desde el auto-gobierno de uno mismo.



Cuando nos resistimos o nos negamos a hacer un crecimiento interior, o cuando nos resulta doloroso y trabajoso ese proceso, decidimos delegar el esfuerzo y la responsabilidad a un Maestro Externo a nosotros, y aquí podemos complicarnos temporalmente la existencia…

Es una obligación evolutiva, es una meta imprescindible para cada uno de nosotros, de nuestras almas, llegar a ser autosuficientes y autogobernados por nuestros propios principios, moralidad y Yo Superior, hasta entonces, todo cuanto vivimos son intentos más o menos acertados, aunque todos necesarios, para lograr esa meta y finalidad de nuestra existencia.

Cuando delegamos en un Maestro Externo nuestro aprendizaje nos exponemos…

El ser humano no nace enseñado, requiere un aprendizaje para desarrollarse, tanto en habilidades físicas, como sociales, de personalidad, de moralidad y en la espiritualidad. Esto nos lleva irremediablemente a convivir y a compartir con los demás, recibiendo de los demás información y formación, e influyendo nosotros también en los demás.

Haré un inciso sobre las formas de aprender:
-    Aprendemos de lo que hacemos… pero también de lo que no hacemos.
-    Aprendemos de lo que hacemos nosotros… y de lo que vemos que hacen otros.
-    Aprendemos de lo “acertado”… y también de lo “incorrecto”.
-    Aprendemos equivocándonos poco… y también equivocándonos repetidamente.
-    Aprendemos aceleradamente… pero también lentamente.
-    Aprendemos mejorándonos… pero también involucionamos.
-    Y todo un sinfín de combinaciones entre estas opciones, y muchas más, PERO SIEMPRE APRENDEMOS, tarde o temprano, con unas consecuencias u otras, pudiéndose corregir o no, siempre aprendemos.


Dicho esto, en la vida diaria escogemos inconscientemente una gran cantidad de modelos, patrones o maestros externos entre las personas que nos rodean y entre multitud de información procedente de los medios de comunicación.. Y está bien, pero es necesario autoanalizarse y poner un filtro de coherencia y análisis para no “absorber” porque sí, sino absorber con cierto criterio (criterio, por cierto, que también evoluciona a medida que vamos aprendiendo en la vida).

Lo que hay que evitar es escoger inconscientemente modelos o maestros externos que nos adoctrinen sin nosotros saberlo, pues les hemos entregado todo nuestro poder personal y nuestra voluntad, aunque ni siquiera sepamos que lo hemos hecho.

Temporalmente puede ser necesario estar a la sombra, o bajo el influjo de un maestro o unos modelos de aprendizaje, pero eso es peligroso, esto sólo es útil en almas muy jóvenes y en personas muy dolidas y castigadas por la vida. Y aún así, no es aconsejable.

Con respecto a las normas y conductas que nos inculca la sociedad, pues hay que tener ojo crítico y ser auto-observadores, pero cuando se trata de Personas Físicas que actúan como Modelos o Maestros, hay que redoblar esfuerzos para no dejarnos llevar o atraer en exceso por su fuerza de atracción gravitatoria.



En el Universo los planetas ejercen una atracción gravitatoria hacia otros cuerpos celestes, sean también planetas, meteoritos a la deriva, incluso influyen sobre el Sol o Soles que rigen su sistema... Así como los meteoritos o lunas acaban por estrellarse literalmente contra ese planeta o sol central, nosotros, psicológicamente, mentalmente, socialmente, espiritualmente NO PODEMOS ESTRELLARNOS contra el Maestro Externo, es lo que se denominaría: Psicología Coercitiva o Sectaria, donde el Maestro inculca sus criterios sobre quien “se siente” o “consiente” ser su “alumno-discípulo” y lo ANULA literalmente.

HAY QUE EVITAR SER ADOCTRINADOS POR MAESTROS EXTERNOS, podemos aprender de ellos, sentirnos atraídos, sentirnos agradecidos por su impulso, PERO NUNCA DEBEMOS PERDER NUESTRO RUMBO EN NUESTRO VIAJE POR EL PRECIOSO UNIVERSO.



Así como los satélites artificiales creados por el hombre utilizan la fuerza de atracción gravitatoria para viajar a grandes velocidades por el Universo… así como utilizan esa fuerza para guiar su camino ... nosotros, análogamente, EN EL MOMENTO ADECUADO Y CON CONSCIENCIA Y PLANIFICACIÓN DESDE EL PRINCIPIO HAY QUE SOLTARSE Y ESCAPAR A LA FUERZA GRAVITATORIA DEL MAESTRO EXTERNO TODOPODEROSO y dirigir nuestro rumbo HACIA NUEVAS METAS Y ESCALONES EN NUESTRA EVOLUCIÓN.

Hay personas que con buena intención o no, tienen un gran magnetismo, un gran poder, una gran autoafirmación, pero eso no les confiere el poder ni la autoridad para atraer hacia ellos, hasta dejar exhaustos y subordinados, a otros SERES QUE SON IDÉNTICOS EN NATURALEZA, LUZ, AMOR Y PROPÓSITO EVOLUTIVO.

Secreto nº 2: TOMA LAS RIENDAS DE TU VIDA, CON CONSCIENCIA, TÚ ERES TU ÚNICO Y VERDADERO MAESTRO.

Con mucho cariño,

Miguel Ángel Darshan

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4 comentarios:

  1. Realmente la historia nos muestra como en repetidas ocasiones los maestros externos que masificaron a los debiles terminaron sometiendo a gran cantidad de personas, creeo que solo tomando conciencia de nuestros cambios internos , de nuestros llamados de alerta podemos aprender sin sometimiento , tomando de los maestros los buenos ejemplos que llenen de luz y buenas acciones nuestras vidas, com de nosotros mismos lo que es bueno para nosotros y no perjudique a quienes nos rodean.Gracias por tus palabras.Graciela

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  2. Ni una palabra mas, ni una palabra menos...
    Gracias

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  3. exactamente así..sin más palabras...besos Miguel y gracias por ser y estar...

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  4. Coincido con Marcela... no le sobra ni le falta nada...

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